"(...) hay una serie de valores de la sociedad chilena que coinciden con los de él. Lo que en la Argentina era hosquedad, allá es contracción al trabajo; lo que en la Argentina era soberbia, allá es perfil bajo, humildad". [Rafael Bielsa, hermano de Marcelo / 20 de octubre, 2009]

viernes, 17 de octubre de 2008

Capitán de aeronave sonroja a Bielsa

Diario La Voz
17 de octubre, 2008
El vuelo 942 de LAN, desde Santiago de Chile a Córdoba, estaba programado para las 12. Unos 15 minutos antes, una de las azafatas revisó el número de pasajes y sólo quedaba vacío el asiento correspondiente a la ubicación 1D (primera fila, pasillo). Pasaron los minutos y el pasajero que faltaba entró y, raudamente, se sentó sin siquiera levantar la cabeza, con la notoria intención de pasar inadvertido. El viajero de incógnito era Marcelo Bielsa, quien por estas horas es un héroe nacional en Chile.
Cuando el avión despegó, Bielsa ya estaba leyendo la tapa de la sección deportes del diario El Mercurio, con un título que decía “Gigantes” y la foto del festejo de sus dirigidos tras el triunfo del miércoles ante Argentina.
Pese a que no todos se habían percatado de su presencia, ni bien el avión se estabilizó y se apagó la señal que obliga a mantener ajustados los cinturones de seguridad, comenzó un desfile, que lejos estuvo de ser cargoso, para sacarse una foto o pedirle un autógrafo al entrenador. Bielsa, que sólo habla con la prensa en conferencia, accedió a todos los pedidos, pero su máximo esfuerzo fue sonreír (no es poca cosa para él) en el momento del clic.
Durante el viaje, el DT compró, por catálogo, un reloj Lacoste de 99 dólares que la azafata le entregó en mano, terminó de leer el diario y se aprestaba para un descenso tranquilo en Córdoba. En ese instante preciso, el capitán de la aeronave, con inconfundible tonada chilena, marcó presencia. “Señores pasajeros, nos aprestamos a aterrizar en la ciudad de Córdoba, donde el cielo está nublado y la temperatura es de 15 grados. Quiero agradecerles por volar con LAN, no sin antes saludar a nuestro visitante ilustre, don Marcelo Bielsa. Gracias Marcelo por haber levantado al fútbol chileno, gracias por la jerarquía que nos estás dando. Sé que la mayoría de los pasajeros de este vuelo son compatriotas suyos, argentinos, pero les pido que entiendan que se trata de un grandioso entrenador. Nuevamente, gracias”, fue el discurso que pronunció el capitán y que dio lugar a un aplauso cálido de todos.
Bielsa permaneció inmutable. No levantó la mano ni la mirada, pero desde un par de asientos tras uno pudo adivinar que se puso colorado. A las 13.20, fue el primero en bajar del avión. Como llevaba sólo lo puesto, no retiró equipaje y también evitó el paso por Aduana. En la puerta del aeropuerto lo esperaba una camioneta Toyota Hilux con la que viajó a Rosario, para buscar un descanso merecido.

1 comentarios:

Anónimo dijo...

sebastian