El mayor hermetismo del DT nació en marzo último, cuando se enojó muchísimo luego de dar una charla informal en la Universidad Pública y ver que al día siguiente salió todo publicado. No dijo nada grave (que Chile hoy no contaba con jugadores de la jerarquía de Salas y Zamorano), pero Bielsa tenía razón porque su buen acto no debió cruzar determinadas fronteras. A partir de allí fue que los periodistas locales no pudieron ver ninguna práctica y el técnico se limitó a hablar sólo después de los partidos "lo justo y necesario". Así y todo, la prensa se las ingenió para ubicar un monitor de 21 pulgadas y ver todo sobre la vereda de la calle Juanbaginka. Una señora salió de su casa en la dirección 3786 para abrirle la puerta a su hijo que volvía del colegio y se sorprendió cuando vio que había 15 periodistas rodeando su domicilio.
Los vecinos están tan enojados con Bielsa que, además de la privacidad, el tema de las lonas les quitó sol y terminó en un juicio ante la Federación Chilena de Fútbol. La zona es de casas bajas y humildes, de madera y unas pocas de cemento. "Enfocá más a la izquierda que está Valdivia", pide a gritos un periodista al camarógrafo.
Los medios chilenos fueron muy críticos con la derrota en Ecuador, aunque destacaron la campaña positiva al cierre de la 1era rueda. Es que la actual situación es mejor que lo que mostraba el seleccionado a esta misma altura en las últimas dos eliminatorias. Hoy acumula 13 puntos y está en la 4° posición (por ahora clasificándose para el Mundial de Sudáfrica), mientras que camino a Corea-Japón 2002 estaba 7° (con 10 unidades) y a Alemania 2006 estaba 5° (con 12).
Se destaca el protagonismo que Bielsa les inculcó a los chilenos, aunque ponen la caída ante Ecuador como la peor versión de su trabajo en Chile. Hasta se produjo un ida y vuelta con el DT argentino y los periodistas: "Después de que Ecuador convierte, extrañé a Valdivia, un jugador más incisivo, pero la decisión (por los cambios) ya la había tomado".
- Yo no dije que el cambio estuvo mal hecho. En el segundo tiempo me di cuenta de que no íbamos a ser capaces de mantener lo que hicimos en la segunda mitad del primer tiempo y tomé la decisión de conservar el empate. Hice un cambio para equilibrar físicamente al equipo. Me di cuenta de que ya en desventaja la formación que había puesto era demasiado conservadora para ir a buscar un mejor resultado. Extrañé a Valdivia, pero los cambios fueron acertados.
Ah, bien, ¿y qué más?
- Que nos podíamos sacar todas las fotos que quisiéramos con él y los jugadores.
¡¿Y qué más?! ¡¿Qué más?!
- Que no les digamos nada a los periodistas.
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